17 julio 2008

Los límites del perdón II

Karl pronto murio sin recibir el perdon de Simon . Simon Wiesenhal fue salvado por los soldados americanos.

Aquella escena del hospital nunca lo dejaba en paz.

Karl le dejo todo lo que tenia a Simon; pero el tomo solo la direcion de su madre y despues de la guerra la visitó en Stuttgart. Esta visita solo le vizo sentir peor a Simon. La madre de Karl le contaba con ternura sobre la juventud piadosa de su hijo. Wiesenthal no le dijo nada, no le conto como murio su Karl .

Durante muchos años Simon Wiesenthal pregunto a varios rabinos y sacerdotes como el debio actuar , luego de 20 años despues de la guerra, el escribio su historia, y la mando a varias personas que conocia: cartas preguntando ¿ que habria hecho usted en mi lugar? a los judios y no judios, a los catolicos, protestantes y a personas que no pertenacian a nunguna religion.

De los 32 hombres y mujeres, de los cuales el recibio las respuestas, solo 6 dijeron que Wiesenthal cometio un error cuando no perdono al aleman.

Uno de los cristianos escribio: "Yo comprendo su desicion de no perdonar a este hombre. Eso esta completamente de acuerdo con el espiritu del Antiguo Testamento. Pero tenemos el Nuevo Testamento, que nos dio Jesucristo, El Evangelio. Yo pienso, como cristiano, ustde debia perdonarlo".

otros respondian con las frases vacias, pero la mayoria de aquellos que respondieron dijeron que Wiesenthal hizo bien. "Pues que derecho moral el tenia para perdonar el mal que fue hecho al otro?" - preguntaban ellos , - "Solo el que ha sufrido esta calificado para tomar esa desicion".

Algunos de los judios respondieron, que la cantidad de los crimenes, que cometieron los nacistas salio de los limites de cualquiera capacidad de perdonar.

Herbert Gold, el escritor y profesor americano, dijo: " La culpa por este horror con todo su peso esta en los alemanes de aquel tiempo, y cualquiera reacion no puede excusarse ". El otro decia: " Aquellos millones de las personas sin culpa , que fueron torturados y matados brutalmente, deberian ser resucitadass antes que yo perdone".

La autora de unas novelas, Cynthia Ozick escribió : "A los hombres de SS hay que enterrar sin ataúdes. Y que todos ellos vayan al infierno!".

Un "cristiano" confeso: "Yo lo mataria en su cama.."

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Ahora quiero pasar un poco por el libro "La gracia divina" de Philip Yancey, donde en un capitulo el esta reflexionando en este relato de Wiesenthal y del perdon:

Cuando por primera vez lei "El Girasol",10 años atras, - Dice Yancey, - me sorprendio la unanimidad con que fueron escritas todas las respuestas. De los teologos "cristianos" yo esperaba hablar mas de la misericordia... Pero ahora, cuando lei todas estas lineas de nuevo vi este horrible logica de la vida sin perdon.
En el mundo, donde pasan cosas tan horribles, tanta crueldad, tanto odio, el perdon en verdad parece algo injusto, irracional, fuera de tiempo... Si, las personas, familias deben aprender a perdonar; pero que con los casos como de Alemania nazi? Como decia el filosofo Herbert Marcuse: "Nadie puede caminar libremente, matando, torturando, y despues cuando vendra el momento simplemente pedir perdon y recibirlo".

a decir verdad, yo no se que yo le responderia a Simon Wiesenthal - dice Philip Yancey, - Estamos autorizados nosotros perdonar el mal, que no fue hecho a nosotros y de cual no hemos sufrido, sino otros? Karl se arrepentio, pero cuanta gente con las caras de piedra, con la sonrisa contentos de si mismo realizaban el juicio en Nurnberg y Stuttgart?

Martin Marta, uno de los cristianos, cuya respuesta esta publicada en el libro de Wiesenthal, escribio algo con que tengo tentacion de ponerme de acuerdo: "Yo puedo responder a esta pregunta solo con silencio. Aquellos que no son judios, y mas los cristianos, no deben dar consejos acerca del Holocausto a aquellos quienes lo han vivido, en los proximos 2000 años. Pero despues ya no tendremos nada que decir". Pero debo confesar que al leer la gente que estaba de acuerdo de no perdonar, no podia evitar la curiosidad - Cuyo precio sera mas alto - del perdon o de no perdonar?? El argumento mas persuasivo a favor del perdon es su alternativa - la constante ausencia del perdon. Supongo, que el Holocausto es un caso especial, pero que vamos hacer con los casos mas recientes y que ahora pasan en el mundo?

Por la logica del odio: no luchar con lo enemigos significa traicionar a los antepasados y aquellos sacrificios que ellos han hecho; Pero en la ley de la venganza hay un gran defecto : ella nunca llega un punto final.

Lewis Smedes escribio: "La venganza es la pasión por ajustar cuentas. Es un ardiente deseo de devolver tanto dolor como el que nos han hecho pasar… El problema de la venganza es que nunca consigue lo que quiere; nunca ajusta las cuentas. La equidad nunca llega. La reacción en cadena iniciada por cada acto de venganza siempre sigue su curso sin que nadie se lo impida. Ata tanto a la víctima como a su verdugo a una escalera mecánica ascendente de dolor. Ambos están metidos en ella sin poder salir, mientras se siga exigiendo paridad, y la escalera no se detiene nunca, ni deja que nadie se baje de ella"

El perdon puede ser injusto, pues no lo merece el perdonado, pero el perdon nos da una opurtunidad de detener la implacable fuerza de la venganza.

Mientras tanto hoy, la violencia, el odio lentamente arde entre China y Taiwan, India y Pakistan, Rusia y Chechenia, entre judios y arabes en el Oriente Medio. Las raices de cada uno de estos conflictos estan en decadas o siglos pasados y como en el caso de los arabes y judios - en milenios pasados . Cada una de las partes intenta cobrar lo que le hicieron en el pasado .

Ahora tantas peliculas estan basados en la venganza, nos muestran como la gente mala mata a los buenos y un heroe va y encuentra a los malos y ajusta cuentas, en el final de pelicula vemos que el mal fue vencido por "el bien".

La politica esta trabajando con casos generales: fronteras, bienestar, crimenes. El perdon verdadero debe luchar con el mal, que esta dentro de corazon de cada persona concreta, con algo, de que la politica no se ocupa. El odio, rencor, venganza en las masas esta multiplicando como una epidemia. Una persona tosiendo puede contagiar a todo el autobus y La cura se debe hacer a cada persona por separado.

Helmut Tilike recuerda sus primeros clases biblicas, que el hacia despues que empezo a trabajar como pastor en una de las iglesias alemanas. El decidio ser fiel a las palabras de Jesus: "
Todas las cosas me son entregadas de mi Padre". Y asi el entendi que aun Adolf Hitler, estando al poder en el pais, solo era una marioneta en las manos de Dios, que es el Dueño de todo. El grupo que estudiaba la Biblia alli, consistia de dos ancianas y un hombre anciano, que tocaba el organo. Mientras tanto, tras de la ventana pasaban los ejercitos de Hitler Yugend. "El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza..." - debio simpre recordarse a si mismo Tilike.

Unos pocos santos, orando en una casa, - dijo Filip Yancey - mientras afuera marchan legiones de la fuerza es como una imagen. Los ejercitos de la fe parecen debiles en el mundo real ante la cara de las fuerzas del odio y venganza. Se puede salir a la batalla con un soldado contra una bomba nuclear?

PERO la hsitoria nos muestra cuanta fuerza tiene la gracia y el perdon!

Vamos a ver estos ejemplos de la historia en el mensaje siguente.

14 julio 2008

Los límites del perdón

Ahora quisiera dedicar un tiempo para reflexionar sobre el perdon, lo que es muy importante en este mundo, lleno de odio.

Hay un libro, "El girasol. Los Límites Del Perdón" de Simón Wiesenthal, sobreviviente del Holocausto, donde el cuenta su historia:

En el año 1944 Simón era un joven polaco, prisionero de guerra de los Nazis. El había visto cómo los Nazis mataron a su abuela en las escaleras del edificio donde vivía con su familia y cómo su madre fue llevada a la fuerza a un campo de concentración. En total, mataron a 89 miembros de su familia.
En desesperación, Simón intentó suicidarse, pero no pudo. Fue capturado y llevado a un campo de concentración.


Un día, fue llevado a un hospital para limpiar los pisos y hacer el aseo en general. Una enfermera se le acercó y le preguntó si el era judío. Asintió con la cabeza. Ella le dijo que la siguiera.

Con cierto temor, la siguió hasta una habitación en penumbras. En la cama estaba un soldado alemán mortalmente herido. Tenía la cara totalmente cubierta de vendas, con unos agujeros para los ojos y la boca. Era un oficial de alto rango de las SS alemanas. Quería confesar algo antes de morir.

“Me llamo Karl,” dijo el moribundo. “Tengo que decirte algo que hice que es horrible. Tengo que decírtelo a ti porque tu eres judío”.

Karl le contó que crecio en la familia católica, de su fe de niño, la cual había perdido en Hitelr Yugend (movimiento juvenil nazis). Despues como el habia ido como el voluntario a SS ( organización militar y de seguridad del partido nacionalsocialista aleman de los trabajadores en Alemania, responsable del exterminio de judíos durante el Holocausto). Y hace poco que el volvio mal herido del frente ruso.

En tres ocasiones Simón intentó irse de esa habitación. Cada vez el herido lo agarraba con una mano blanca, sin sangre, fría. Le imploró que escuchara su historia.

Le contó que en cierta ocasión, retirándose del frente ruso, cayeron en una emboscada y 30 de sus soldados fueron matados. En represalia, tomaron a 300 judíos y los encerraron en una casa de tres pisos.
Echaron gasolina en la casa, cerraron las puertas y lanzaron granadas contra la casa. Karl y sus soldados quedaron apostados alrededor de la casa para disparar a cualquiera que quisiera salir.

La casa comenzó a arder y los gritos de dolor y de miedo eran inhumanos. Le dijo: “Vi un hombre que abrazaba un niño pequeño. Su ropa estaba incendiada. A su lado estaba una mujer, me imagino que la madre de ese niño. Con su mano libre el hombre tapó los ojos de su hijo y los tres saltaron al vacío. Disparamos contra ellos mientras estaban en el aire... Oh Dios mio! "

Todo este tiempo Simon Wiesenthal estaba en silencio. Karl seguia contarle otras cosas horribles, pero siempre regresaba a ese episodio del hombre con el niño y cómo lo habían utilizado como blanco para dispararle.

“Estoy aquí lleno de remordimiento. En estos últimos momentos de mi vida, tú estás aquí conmigo. No sé quien eres ni como te llamas. Solo sé que eres judío.

Todas las noches tengo la misma pesadilla. Veo a ese joven padre con su hijo y su esposa saltar al vacío. Veo mi ametralladora dispararle mientras están en el aire.

Sé que las cosas que te conte son horribles, y mucho tiempo, esperando la muerte, quería hablar con un judío y pedirle perdón por mis atrocidades. Pero no sabia si aun hay aqui judios... Necesito tu perdón para poder morir en paz”.

Simón Wiesenthal, de profesión arquitecto, de 20 años de edad, vestido con el horrible uniforme de un prisionero de guerra, con una enorme estrella de David en el pecho, que lo distinguía como judío, sintió el peso de toda su raza sobre sus hombros.

El miro por la ventana al patio, lleno de la luz del sol. Miró lo restos miserables del que antes había sido un oficial orgulloso de su raza y su rango. Olfateó el olor fétido de un cuerpo putrefacto y tomó una decisión: se levantó de su silla y sin pronunciar palabra alguna, salió de esa habitación.



La segunda parte del libro está construida con las respuestas escritas por varias personas, a quien el autor le planteó la siguiente pregunta: “Si usted hubiera estado en mi lugar... ¿qué habría hecho?”...

Sobre estas respuestas y lo demas voy a escribir en el mensajes siguente.

13 julio 2008

El Tren. Поезд

Поезд...